La sangre que no me diste.

leyendo un libro a un centímetro
De distancia de los ojos, con una
Lampara apagada a mitad del día
Y un reloj que se detuvo justo a las
Doce y no camina más.
La hora mágica, dice.
¿La hora mágica para que?

Siento que pierdo las ganas de seguir,
Siento que desaparezco, fundiéndome
En un insomnio crónico e inevitable.
Que este tren esta agonizando, que la vena
Que me corté esta tardando demasiado,
que mi sangre se enfría, se daña, pronto
Tendrán que echarla fuera de mi, lejos
De mi existencia. Que tus ojos flotan
En un río de lombrices pestilentes,
Y que ya no me ves más.

... Necesitas correr hacia el infinito
o el infinito correrá y se escapará de ti.
Necesitas saber que estoy viva y emprender
Un viaje. Necesites huir por que sino voy a cortarte
Con mis tijeras naranjas y uniré tu sangre con la mía.

por que me fundo, me desvanezco, como los dientes
De león en el viento. o como el jugo de mariposas que hice
Para el tiempo, para que este se quedara firme y
Me dejara surgir.

Muñecas de porcelana sin vida, muñecas
que se relajan lejos de la verdadera vía,
sin carros de juguete, sin amigas,
Muñecas que solo se tienen a ellas mismas.
¿Buscas una salida?

¿ este es tu nunca jamás? ¿K-pax? ¿que esperas para
venir a jugar?