¿Mary es culpable?

Mary está vestida de blanco,
sin zapatos, ni bragas. Sin horizontes.
Mary fue encontrada culpable y encerrada.
¿Pero que hace una niña en medio de un juicio?
Mary está en medio de oscuridades,
Y sombras, se cae y se resbala por que
El Piso es húmedo, húmedo, húmedo.

Mary en la casa oscura,
La casita de juguete que ha pintado
El hombre loco. Su sombrero está en medio
De la sala, rodeado de alcohol y cucarachas, pero
Mary está fria, más fria que los muertos
a los que le ha robado la vida, no siente nada
Más que la normalidad que domina a la estancia,
Una normalidad negra, muda, putrefacta,
pestilente a gusanos carnívoros y a sangre que se bebe.
La que bebió ella, la que beberá y que la harán beber
Por siempre, siempre, siempre.

Mary camina hacia las escaleras y sube, los tres
últimos escalones están llenos de agua, El agua que
inunda a la segunda planta y no sabe por qué.
Un agua que aparece de repente a dañar
Las paredes y los cuadros, y no sabe por qué.
Mary sube, sube, sube. Pero ahí arriba está el,
El hombre loco pintado de azúl, fumando un tabaco
Que no parece tener color. Un tabaco vacío, lleno
De nada.

Mary se asusta, siente un miedo que le retuerce
Las células, un frio que se convierte en llamas,
Llamas que queman, y le arropan su pequeño corazón
Mary huye y se esconde,
En el pasillo ahogado en agua, agua cargada de
fantasmas. de fantasmas, fantasmas.
Y de repente la atrapan.
Unas manos que no se ven,
Unas manos que no se ven. que no se ven.
Que le hieren la espalda pequeñita y pálida
Que la estampan a la pared
Le purgan las emociones prematuras por la naríz,
Le succionan el alma, le comen el último intento
Por vivir. y la dejan sin nada.

Sus piernitas flotan en la pared,
Su boca se hunde en sangre húmeda y caliente,
La sangre que la obligan a beber, Mary
Es una niña que ha aprendido a morir de esta manera,
Para resucitar después.


El juicio contra los fantasmas se dió. Pero Alibi,
Para las bestias que reviven de cada féretro mental.

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