
La noche se hacia cada vez más densa y el rostro de Bonie desapareció
De mi mente por aquellos minutos en los que conducía.
- No se a donde ir- dije - como si aun le estuviese hablando a Dani,
Pero mi auto estaba vació, tan vació y callado.
En un intento por alivianar la mente, busqué entre los huecos
Viejos y olvidados de mi empolvada memoria, los nombres de lugares
Que solía visitar, pero no recordé alguno.
Bajé del auto. La calle estaba
Un tanto solitaria y entumecida, iluminada por el letrero de un bar
Que me quedaba al frente " Debajo de la muerte" decía, mientras que
En el asfalto se reflejaba un gran circulo rojo.
- ¿ Crees que deba entrar ?- pregunté y como si Dani me hubiese respondido
Entré en el lugar. Sentí miedo, nunca antes me habían agradado esos tipos de
Lugares, me acerqué a la barra muy rápido y compré una cerveza en su botella,
Las pocas personas que habían se encontraban muy distraidas, envueltas en las
Letras de una canción de Lady Gaga. yo merodeaba aun entre nombres y palabras.
- Te haré pedazos esta vez - dijo un chico, acomodando las bolas de billar en un triángulo,
Mi cuerpo saltó ligeramente al apreciar el eco de aquella voz y de inmediato lo miré.
Lanzó una moneda y se calló al piso antes de que la atrapara, había pestañado, perdiendo
Así la ruta del metal.
Se agachó para recogerla, entonces miré al otro chico que jugaba con él, pegado a la mesa
De billar, sostenía el taco muy fuerte y mantenía el ceño fruncido, me miró con los ojos
Entornados y medio grises, como si estuviese tratando de evadir la luz chocante del auto
Que se parqueaba afuera, el otro se levantó del piso diciéndole - Maldición ¿Que nunca vas a
Dejarme ganar ? - pero el parecía ignorarlo, su mirada profunda y penetrante no se movía de mi.
EL muchacho con la moneda en manos, parecía estar empeñado en la venganza, lanzó una vez
Más la moneda y esta vez su cabello enrolado y muy rubio bailó al atrapar la pequeña pieza.
- Hasta yo podría ganarte - le dije. me miró de pies a cabeza
- Ya lo creo - mencionó con una pequeña sonrisa.
Me acerqué a ellos - ¿Como se juega? - pregunté.
El rubio sacudió la cabeza lentamente sin aun dejar de sonreír.
- Enserio creí que sabias lo que decías - dijo el otro que hace minutos me observaba, mientras
Me pasaba el taco. yo lo tomé observando como el cabello se le pegaba a las mejillas a
causa del sudor.
uuhhhh estos muchachos me suenan sexy!!!!!* jajajjaja!*"No hay que ver" buen titulo...Espero con ansias la siguiente parte :D
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