Tres minutos

Hola, tengo problemas
En el lugar del habla,
En la punta de mi adentro
Hay algo que no me permite
Tener mis alas.

Decía el hombre empedernido
A su acento real, ¿A caso tiene
Punta el adentro? ¿O lugar el
Habla? no, pero el decía que
inspiraba el rock en el habla,
En la punta del habla que estaba
Adentro.

Frunció el ceño en una alerta
De dolor, estaba con el sudor
En la cara. Tenia miedo.

Es el proceso de su mes, es
Inusual, es mi culpa y no de ella.

Disfrutó el día en que el clima de
Su cuerpo fue más frío que el piso
De la casa, arrastrando el martillo
De glóbulos rojos, comiendo del pecho
De la dama, ofuscado con el miembro
Pasivo, emocionado con sus latidos,
¡Un chillido! Agudo y espeso, casi
Endiablado, Casi en el punto de estallar,
Sin llaves en un laberinto,

Ella con la pared estampada
En la espalda abrió los ojos más allá
Del párpado en su cara.

El hombre, tiene la cotización de su falta,
El delito fatal, ha acometido
Sus ojos en el lava manos, la
cama del minuto con el lapso
De la pintura del horror,
Fabricó su historia como quien
Pinta una calle. Con temor y delicia
la fundó, ensangrentado hasta los pies,
Soñó a ser dios, su dios y ella su sierva.

Tres minutos para la gran
Final y se desploma en
Calma sobre el pavimento,
y al lado, constante esta su
Pena.